SIGUEN LAS MENTIRAS CONTRA CUBA

El reciente post de Café Mezclado, ¿Cacerolazo en La Habana?, motivó varios comentarios, unos registrados en el propio trabajo y otros en una página de Facebook. La infinita mayoría estuvo a favor del mismo pero uno, tan solo uno, en contra. Y me ha molestado tanto la reiteración de la mentira que he decidido volver sobre el tema, ampliando un poco sobre el acontecer de los últimos días.

Pudiera tomar prestado por verdadero, para titular este nuevo trabajo “La mentira tiene las piernas cortas”, un refrán que repetía mucho el general Juan Domingo Perón, ex presidente de la República Argentina, pues en realidad califica con precisión la campaña mediática contra Cuba y también, el colateral comentario hecho por un lector que se identifica solo como Félix, que intenta reafirmar más falacias y diatribas contra el pueblo cubano, sus órganos de orden interior y su Revolución.

Señala el arriba apuntado: que las dos mujeres fueron detenidas porque “han cometido la gran ofensa de gritar en contra de la falta de alimentos, contra la inequidad de la moneda, contra la intolerancia con las opiniones contrarias a los mamdamases únicos del absolutismo tropical”. Se conduele también Fernando de que fueron detenidas –por cierto durante muy poco tiempo- por alterar el orden, por afectar la tranquilidad ciudadana.

Quiere decir esto que debemos soportar la molestia por más de dos horas de tal estrépito de golpes metálicos, sin quererlo los transeúntes, solo por satisfacer exigencias para el cobro de los dineros de la Oficina de Intereses de los Estados Unidos (SINA).

Pero no es todo, también manifiesta en el caso del sobredimensionado “cacerolazo” que “la policía había confiscado los celulares de los curiosos presentes”, a quien además da a entender como desempleados: ¿desempleados con celulares? Bueno, lo cierto es que por contradictorias son risibles sus afirmaciones. Además déjenme añadirles que los curiosos, que en un principio la propia prensa miamense calculaba en 300, ahora los computa como 1500 personas “que acompañaban a las disidentes”.

Prosigue en su comentario Pedro Hernández Soto: "Pero lo más divertido viene en el final, cuando repite lo que reportó el ex preso político José Daniel Ferrer sobre un incidente en Palma Soriano. No se pierdan esto: “…El régimen utilizó este domingo fuerzas anti-motines equipadas con escudos y armas largas para detener a 25 opositores que se habían concentrado en la vivienda del activista Marino Antomarchit Rivera en Palma Soriano, Santiago de Cuba”… “Poco antes, la Seguridad del Estado y la Policía habían realizado un primer ataque a la vivienda utilizando gases lacrimógenos…” “Derribaron la puerta de la vivienda, entraron y sacaron a golpe limpio a los disidentes. También a dos mujeres de la familia…”

¡Es increíble, la policía de Palma Soriano con cascos, escudos, porras, gases lacrimógenos; adiestrada con instrumentos que hemos visto en Cuba solo por televisión, en ocasiones de multitudinarias y ya frecuentes protestas en el extranjero! ¿O mandaron fuerzas especiales desde La Habana?

¡Ferrer no puede cobrar este mes completo por esta información, su imaginación fue muy pobre pues no incluyó carros con cañones para lanzar chorros de agua a alta presión, ni policías a caballo, ni perros amaestrados, ni balas de goma…! Y del tal Marino Antomarchit Rivera tengo algunos antecedentes pero debo confirmarlos antes de ponerlos en conocimiento de ustedes.

El último escándalo, que ridiculiza a la “multipremiada” bloguera insigne de la disidencia, está en la publicación por Wikileaks, de un cable de la Oficina de Intereses, donde esclarece la simulación de la publicitada entrevista de la bloguera Yoani Sánchez a Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, en realidad contestada por un funcionario de la SINA . De paso el reporte esclarece la permanente colaboración de la informante con ese antro de inteligencia y subversión en La Habana.

La campaña mediática contra Cuba se sostiene por los caudales empleados por el Departamento de Estado mientras se desenmascara mentira a mentira por la aparición de aplastantes verdades.