Cuba es diferente

Embriagados por los sucesos de Egipto, Yemen, Túnez y de otras regiones convulsas del Medio Oriente, hay algunos estadistas, organizaciones enemigas y grupúsculos que anhelan una revuelta similar en Cuba.

Pero se equivocan una vez más, porque esta nación es diferente, la gran mayoría de sus habitantes, simpatizan con el Gobierno, lo apoyan y contribuyen a vencer los problemas económicos que nos laceran, en gran medida, por las medidas absurdas e inhumanas del imperialismo contra este país, desde hace más de 50 años.

En honor a la verdad, no todos los de esta Isla comparten los mismos intereses, pero los pocos mercenarios que hacen reclamos populares no reúnen masas y no cuentan con una solicitud seria, sino ansias de convertir nuestra sociedad en una copia del modelo capitalista, sin derechos a la igualdad, a la justicia, a la tranquilidad, a una educación y salud confiables.

Los cubanos, entre sí, están acostumbrados al diálogo, al intercambio, no a la violencia. Solo hacen temblar la injusticia, cuando se intenta doblegar al pueblo, cuando se pretende hacernos volver a los humillantes años que precedieron el triunfo de la Revolución en 1959.

Ahí si hay bravura, demostrada en Girón, la Crisis de Octubre, en Angola, Etiopía y otras tierras que han reclamado nuestra solidaridad.

En relación a Egipto y la revuelta en ese país, Fidel señaló que el pueblo egipcio había logrado un importante objetivo: derrocar al principal aliado de Estados Unidos en el seno de los países árabes. Mubarak oprimía y saqueaba a su propio pueblo, era enemigo de los palestinos y cómplice de Israel, la sexta potencia nuclear del planeta, asociada al grupo belicoso de la OTAN”. Con esos avales quien no se revela.

Pero Cuba es diferente, los cubanos estamos orgullosos de vivir y trabajar honradamente en esta tierra, con limitaciones, pero fiel a nuestros principios y con una colosal dignidad.