domingo, 18 de agosto de 2013

Con lectores del periódico Adelante, de Camagüey



Quieren una prensa mejor y más suya; casi ninguno quiere una prensa otra, quieren esta, pública, social, estatal, pero más cercana, más rápida, más real.
Daicar Saladrigas González / Foto: Leandro Pérez Pérez 
Ellos nos buscan cada sábado en las páginas impresas en las que pretendemos recoger el quehacer de Camagüey. Este sábado nosotros los buscamos a ellos en un encuentro en el que pretendíamos que nos hablaran de nuestro quehacer.
 
Los lectores de Adelante llegaron puntuales al parque Agramonte, uno de los sitios más céntricos de esta ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad. Allí aguardábamos por sus opiniones, sus críticas y sus sugerencias.
Como la mayor parte de los cubanos ellos quieren una prensa mejor y más suya; casi ninguno quiere una prensa otra, quieren esta, pública, social, estatal, pero más cercana, más rápida, más real.
Por eso nos pidieron mayor agilidad en el abordaje de todos los acontecimientos; inmediatez y profundidad para que no ocurra “pasó esto y Adelante no dijo nada”; ver publicadas más respuestas de los organismos a las críticas periodísticas.
También sugirieron algunos “cómo” para mejorar nuestra publicación: ponerle al periodismo educativo e instructivo el lenguaje “bonito”, el buen lenguaje que lo haga atractivo; realizar materiales acerca de las nuevas tecnologías, la pérdida de valores antes imprescindibles en la sociedad, la calidad de los productos que se ofertan a la población; concretar una sección de orientación jurídica, que ayudaría a las personas a conocer mejor y ejercer sus derechos, y también poner más en los trabajos, junto a los funcionarios, a la gente común, “de abajo”, esa que hace a fin de cuentas la obra mayor que es la nación.
“Quiero ver más en Adelante, hacerse realidad los pronunciamientos necesarios y valientes del reciente Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba”, nos decía al inicio un lector a modo de resumen adelantado. Que las demandas de los públicos coincidan con las insatisfacciones de los medios de prensa, es ya el primer paso para empezar a cambiarlos.
Ellos eran unos pocos, es cierto, y casi ninguno pudo hablarnos de la edición diaria que multiplica en internet la realidad que les circunda; pero que salieran con todo y el sol del sábado a encontrarnos “en vivo”; que Concepción, a quien sus 80 años enfermos no le permitieron llegarse al parque, nos enviara sus letras con el nieto adolescente; que recibieran contentos la tarjeta minúscula que les recordará nuestro encuentro, esas son muchas razones para que cada sábado sigamos intentando recogerles en páginas mejores, el quehacer de Camagüey.

No hay comentarios:

Publicar un comentario