jueves, 28 de octubre de 2010

AÑOS TRAS AÑOS CUBA CON LA VERDAD.

De acuerdo al artículo II de la Convención de Ginebra para la Prevención y la Sanción del delito, el bloque impuesto por Estados Unidos a Cuba representa un acto de genocidio. Esta violación del de Derecho Internacional la lleva a cabo el Gobierno norteamericano desde 1962 y hace caso omiso a las demandas (casi unánime) de las naciones representadas en la ONU.
Este martes nuevamente la mayor Isla de las Antillas presentó ante esa Organización la resolución titulada "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba", a través de nuestro canciller, Bruno Rodríguez
Como era de esperar, la respuesta fue contundente, 187 votos a favor. Sin embargo, además de las tristes abstenciones, nada importante, sobresalen las negativas del propio Estados Unidos y su aliado Israel, quienes sí están alejados de ejercer los verdaderos derechos humanos. Guerras, masacres, asaltos, violaciones, invasiones y otras macabras acciones, caracterizan a estos dos países.
La comunidad internacional ofreció un rotundo respaldo al pueblo cubano y rechaza esa medida que ha pretendido frenar el progreso del país, aunque ha privado de beneficios a la población, pues el carácter extraterritorial que tiene el bloqueo limita a otras empresas, a otros países, poder comercializar e invertir en Cuba.
El bloqueo ha ocasionado daños económicos directos al pueblo de unos 100 mil 154 millones de dólares. Por medio de la Ley de Comercio con el Enemigo, desde 1962 Cuba no puede exportar ningún producto a Estados Unidos ni importar de ese país mercancía alguna; tampoco puede recibir turismo de esa nación ni utilizar el dólar en sus transacciones con el exterior.
Además, Cuba no tiene acceso a créditos, ni puede realizar operaciones con instituciones financieras multilaterales, regionales o de Estados Unidos. A sus barcos y aeronaves se les impide tocar territorio estadounidense.
Esta política, ha sido aplicada por las administraciones estadounidenses consecutivamente, desde entonces, y ahora se suma la del mandatario Barack Obama, porque éste, no ha querido hacer justicia.
La razón se reafirma una vez más, es nuestra. Continuaremos luchando, resistiendo y años tras años Cuba seguirá demostrando que marcha con la verdad.

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